Ingredientes: (2 personas)
- 1 Pechuga de pollo grande
- Ciruelas pasas
- 1 cebolla roja
- 1 puerro
- 1 zanahoria
- sal
- pimienta negra
- Sasa de soja
- Vinagre de Módena
- Vino Blanco
- caldo de carne concentrado (salsa española) o 1 pastilla de caldo concentrado de carne
- 1 patata grande para la guarnición.
- aceite de oliva
Preparación:
Preparamos la pechuga, la limpiamos y a continuación para la abrimos en librillo para rellenar. La extendemos sobre un trozo de papel film la aplastamos bien con lo que tengáis a mano; y en su defecto con la mano. Sazonamos con sal y rellenamos con las ciruelas a modo de rollo de sushi; nos ayudamos del film para hacer el rollo.
Una vez enrollado, lo envolvemos con el mismo film quedando un cilindro lo más prensado posible. Ponemos una cacerola con agua a hervir y cocemos la pechuga 10 minutos. Reservamos en el mismo agua hasta que enfríe. Aprovechamos para pelar y cortar la patata en rodajas de 1 cm. y las cocemos en agua durante 8-10 min. reservamos.
Realizamos la salsa: picamos el puerro, la cebolla y la zanahoria y lo pochamos en un poco de aceite añadimos pimienta y una pizca de sal; poca que luego añadiremos soja. Cuando todo empiece a tomar color es la hora de añadir un chorrito de salsa de soja, un poco de vinagre de Módena, rehogamos, añadimos el vino blanco y rehogamos de nuevo unos segundos. Finalmente añadimos el caldo; (si es caldo, con medio litro largo bastaría) o la pastilla y medio litro de agua y dejamos reducir unos 20 minutos, primero a fuego fuerte hasta que coja calor y luego a fuego lento. Por último, lo trituramos todo y lo pasamos por un chino ( y no me refiero a la tienda del barrio) o pasapure y reservamos en un cazo.
Desenvolvemos las pechugas, las salpimentamos y barnizamos con una mezcla de miel y zumo de 1 naranja. Cogemos una fuente de horno ponemos en el fondo las patatas a modo de cama y echamos un chorrito de aceite de oliva; ponemos sobre ella los rollos barnizados y metemos al horno previamente calentado a 260º C. esperamos a que se vallan dorando y de vez en cuando vamos barnizando con el resto de zumo y miel, finalmente con el propio jugo del fondo de la fuente. Una vez doradas lo sacamos del horno y emplatamos, acompañamos con la salsa caliente. El resultado, espectacular.